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Introducción a la trata de personas

La trata de personas es un delito en el que hay uso de fuerza, fraude o coacción para obtener trabajo forzoso o un acto sexual con fines comerciales. La ley considera trata de personas toda relación sexual comercial con un menor de edad, aunque no haya uso de fuerza, fraude o coacción.

Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2021, 27,6 millones de personas (o 3,5 de cada 1.000) fueron víctimas de trata de personas, el 77 % de ellas por medio de trabajos forzosos y el 23 % mediante explotación sexual comercial. Su situación de trata duró en promedio 15,4 meses. La mayoría de las víctimas de trabajos forzosos son hombres, mientras que la mayoría de las víctimas de explotación sexual comercial son mujeres y niñas.

En las zonas urbanas, rurales y tribales, y en cada estado y territorio de los Estados Unidos hay niños y adultos de todo género que son explotados como víctimas de la trata de personas. En 2021, la Línea Nacional contra la Trata de Personas recibió 51.073 alertas (o denuncias) provenientes de todos los estados, trabajó en 10.360 casos y ayudó a 16.710 víctimas. En las situaciones de trata con fines de trabajo forzoso, el 81 % fueron casos de adultos, el 13 % de menores, el 50 % de mujeres y el 55 % de ciudadanos extranjeros. En las situaciones de trata con fines de explotación sexual comercial, el 62 % fueron casos de adultos, el 28 % de menores, el 84 % de mujeres y el 4 % de ciudadanos extranjeros.

Es posible que haya trata sexual comercial en las actividades de estriptís, masajes ilícitos, servicios de acompañantes, prostitución y pornografía, entre otras. El trabajo forzoso se puede dar en todos los sectores, pero los de limpieza, cuidado de niños, construcción, agricultura y servicios alimentarios son muy vulnerables.

Las víctimas de trata de personas son engañadas de muchos modos, por ejemplo, con promesas falsas de una vida mejor, empleo, oportunidades de educación, entornos estables y sin conflictos, alojamiento temporal, servicios para sus necesidades básicas o incluso una relación familiar, matrimonial o doméstica aparentemente amorosa. Las víctimas que viven en situaciones peligrosas o económicamente desfavorecidas pueden ser más vulnerables a la información falsa o engañosa. Y en los EE. UU., el 41 % de las víctimas de trata sexual son reclutadas en línea, lo que hace que internet sea el lugar más común para conseguir víctimas.

Cualquier persona puede ser una víctima, no importa su edad, sexo, raza, origen étnico, discapacidad, orientación sexual, situación socioeconómica, religión, origen nacional, nivel de educación o condición de ciudadanía. Asimismo, los perpetradores de la trata de personas también varían. Los tratantes pueden ser un amigo de la víctima, un miembro de la familia, su pareja, su empleador, un conocido o un total desconocido. Esas personas actúan solas o forman parte de una red delictiva organizada.

Las barreras lingüísticas o el miedo a sus tratantes suelen impedir que las víctimas busquen ayuda, lo que hace que la trata de personas sea un delito oculto a plena vista.

La trata de personas en el sistema de transporte

En el ámbito internacional, en 2020, la Colaboración de Datos para la Lucha contra la Trata de Personas (una iniciativa de la Organización Internacional para las Migraciones, perteneciente a la Organización de las Naciones Unidas) llevó a cabo un análisis de más de 80.000 personas víctimas de la trata originarias de 171 países, y concluyó que la trata de personas sucede en las carreteras, los ferrocarriles y las vías aéreas y navegables. De casi el 80 % de los casos internacionales de trata de personas en los que hubo cruce de fronteras oficiales, la mayoría tuvieron lugar en autobuses, trenes y aviones. Los medios de transporte empleados para cruzar fronteras no oficiales fueron principalmente automóviles y autobuses.

En los EE. UU., los sobrevivientes informan haber sido trasladados como víctimas de la trata en todo tipo de medios de transporte. Una encuesta de Polaris, efectuada en 2018 a 104 sobrevivientes, indicó que los medios de transporte más comunes fueron el vehículo del tratante, autobuses, taxis, vehículos de alquiler, aviones y trenes.

La trata de personas y el tráfico ilícito de personas

La trata de personas y el tráfico ilícito de personas son delitos distintos, ya que la trata de personas es la explotación ilícita de estas sin necesidad de movimiento alguno. En cambio, el tráfico de personas es el traslado ilícito de esas víctimas a través de una frontera, pero puede convertirse en trata de personas.